Preámbulo
La historia nos muestra que el fenómeno de acufenos no es reciente. Hipócrates, que sufría de ellos 400 años antes de Cristo, los ha descrito bien. Más cerca de nosotros, Ludwig Van Beethoven, que se volvió sordo, buscaba hacia el final de su vida cualquier manera de «vencer la molestia de los tintineos que le mortificaban » y que sin duda fueron parte de su depresión. Al final del siglo 19, Vincent Van Gogh, « asaltado por las alucinaciones auditivas », se auto mutiló cortándose una oreja.
Acufeno es una palabra que tiene su origen en el griego antiguo : Akouein « oír » y Phainein « aparecer ». El anglosajón, por su parte, igual como ciertos hispánicos, utiliza el término de Tinnitus (ruido).
Según el estudio realizado con la población francesa en el ambito de la 17ª edición del Día Nacional del Oído, en asociación con IPSOS y el Crédit Agricole en marzo del 2014:
3 710 000 personas sufren de acufenos permanentes.
12 290 000 personas oyen acufenos de vez en cuando.
Lo cual hace, en total, unos 16 millones de franceses afectados por los acufenos.
Comprender los acufenos
Los a acufenos son un síntoma clínico revelador de una estimulación anormal del sistema auditivo, caracterizada por la percepción de un sonido crónico en ausencia de fuente sonora externa, y que solo el paciente percibe de manera intrusiva.
La presencia de los acufenos puede manifestarse unilateralmente, bilateralmente o ser descrita como si fuese percibida en el centro de la cabeza, y puede ser oída de manera continua o intermitente, con niveles de intensidad y de frecuencia variables. Además, son frecuentes los casos de sujetos presentando acufenos de múltiples frecuencias en una misma oreja.
Los acufenos pueden tener sonoridades diferentes como : un silbado puro, un ruido de grillo, de cigala, hasta de abeja, el silbido de la olla exprés, el ruido del viento, de una cascada, de las olas, el chirrido de un aparato eléctrico, el tañido de las campanas…
Los acufenos son la mayoría del tiempo de una intensidad débil, inferior a 10 dB, lo cual contrasta con el impacto psicológico tal vez muy importante que tienen sobre algunos pacientes.
Les proponemos una definición de los acufenos dada por un paciente del doctor Joël Waterkeun. (in France Acouphènes – fuera serie – relación sobre los acufenos 2010/2011)
Los acufenos son un « dolor mudo » difícil de describir, de compartir, una fuente de focalización intensa para nuestro cerebro, con su cortejo de señales neurológicos, psicológicos y tal vez hasta psiquiátricos.
Los acufenos provocan, en algunos pacientes, graves desestabilizaciones psicológicas. Existen dos tipos de acufenos, según si se les puede detectar con el estetoscopio del médico (acufenos objetivos) o si son únicamente oídos por el paciente (acufenos subjetivos).
Los acufenos objetivos son muy poco frecuentes y son la señal o bien de una anomalía vascular (y se habla entonces de acufenos pulsátiles) o bien de una contracción anormal de los músculos de la esfera ORL o de defectos estructurales del oído interno. Se habla entonces de acufenos non-pulsátiles.
Los acufenos subjetivos representan más de 95% de los acufenos, y son de una complejidad totalmente diferente. Su origen se puede situar en cualquier nivel de las vías auditivas, desde el oído externo hasta el cerebro. La fuente más frecuente es la cóclea.
Acufenos objetivos pulsátiles
Son debidos al aumento o a la alteración del flujo sanguíneo en los vasos situados a proximidad de las orejas, y a causa de ello siguen el ritmo cardíaco y el pulso. Se ven normalmente acentuados por la actividad física, por los movimientos de cabeza, o por los estados de ansiedad, y son percibidos como soplos o ruidos a intervalos regulares.
Pueden resultar de lesiones arteriales, de anomalías venosas, de hipertensión arterial o intracraneal o de otosponjosis o bien tener origen tumoral, y por tanto deben ser investigados con atención.
Acufenos objetivos non-pulsátiles
Son de origen mecánico. Entre ellos se notan la hiancia de las trompas de Eustachio y algunas contracciones articulares o musculares.
Acufenos subjetivos
Tienen como origen un disturbio funcional situado en una vía auditiva y que está interpretado por el sistema nervioso central como un ruido. Pueden ser asociados a una patología otológica o definidos como acufenos idiopáticos si no existe una causa diagnosticada.
Los acufenos pueden sobrevenir a cualquier edad, pero los estudios han demostrado la predominancia de la aparición de los acufenos en relación con el aumento de la edad de los pacientes, los acufenos estando en este caso unidos estrechamente a la pérdida de audición debida a la vejez (presbiacusía).
No obstante, existen acufenos infantiles que, bajo una aparente normalidad, no han sido nunca mencionados por los pacientes, que los declaran solo cuando llegan a la edad adulta.
Las consecuencias
La manera de sentir los acufenos es muy variable y subjetiva de un paciente al otro, según que sean percibidos como una molestia sencilla o como una intrusión permanente e invalidante cuyos efectos impactan la calidad de la vida cotidiana.
La miseria inducida por los acufenos en los pacientes afectados es una señal clara del cambio importante en la manera en que ellos perciben su esquema inicial de vida. A este esquema viene frecuentemente asociada su pareja, y frente a ella el paciente verbaliza la angustia y la sospecha de estar enfrentándose a una enfermedad grave a través de preguntas obsesivas como : « ¿Causarán mi muerte?, ¿Acaso tengo un tumor?, ¿Me volveré loco o sordo?, ¿Aumentará más este ruido? ».
Claro está que el desconocimiento y la incomprensión primera de estos síntomas dan nacimiento a una serie de hipótesis inquietantes. Este sentimiento está ampliado por la complexidad del problema de los acufenos, y por la dificultad que tiene el cuerpo médico – muchas veces tenido en jaque por ellos – de diagnosticarles en modo preciso para por lo menos, si no pueden tranquilizar, al menos explicar.
Además, la incapacidad de una parte del cuerpo médico frente a los acufenos hace que el paciente obtenga todavía muy frecuentemente una contestación del tipo: « No es grave, no sabemos cómo evolucionará, de todas maneras no existe tratamiento, por lo tanto, vuélvanse a casa, tendrán que vivir con ello».
En cambio, es necesario subrayar el trabajo extraordinario hecho por algunos médicos ORL, por colectivos y equipos multidisciplinarios que sin parar hacen investigación y dan informaciones sobre los acufenos, intrusos poco deseados.
No obstante esto, para algunos pacientes ya profundamente desconcertados se les añade el sentimiento de desprecio o de incredulidad que sienten de parte de sus familias, de sus amigos y hasta del cuerpo médico. Tal desconcierto puede entonces transformarse en resignación, punto último que lleva el paciente hasta la depresión. Se puede encontrar la misma correlación en el consorte, debido al impacto sobre la vida de la pareja.
El impacto de los acufenos sobre la vida cotidiana
A parte los cambios evidentes que generan los acufenos sobre el reparto de las tareas en casa, y también sobre las relaciones socio-profesionales, ocasionan muchos más « sufrimientos », a veces más insidiosos. Aquí algunos ejemplos:
Nocivos a la concentración, a la calidad de escucha y a la comunicación, hacen que se instalen una regla de oro: el silencio..
– La lectura de un libro o de una revista, igual como el tener una conversación pueden ser perturbados y volverse difíciles por la presencia no deseada del « ruido interior» que altera la capacidad en concentrarse.
Nocivo a la calidad del sueño:
– Algunos pacientes pueden sentir angustia al anochecer frente al silencio que se les hace oprimente porque durante la noche los acufenos se hacen más perceptibles, hasta ocasionarles tal vez insomnios.
Modificando su propia confianza en sí y su imagen :
– Sintiéndose agotado e impotente frente al insoluble, el paciente con acufenos puede menospreciarse y desarrollar un sentimiento de desvalorización.
Las causas identificadas
Lista de la causas más frecuentes de tener acufenos, establecida por el Profesor Bruno Frachet (in “France Acouphènes”)
CLASIFICA PRAGMATICA
01 – Traumas acústicos | 19 – Ciclos V/VIII |
02 – Otospongiosis | 20 – Neurinoma del Acústico (Schwannoma Vestibular) del VIII |
03 – Catarro tubular, otitis serosa, laberintitis | 21 – Problemas psicológicos aparte la depresión |
04 – Sospecha de mal funcionamiento de la ATM (articulación temporomandibular) | 22 – SAS (Síndrome de Apnea del Sueño) |
05 – Trauma en la cabeza | 23 – Estenosis (estrechamiento) del conducto auditivo externo, exostosis |
06 – Sordera brutal | 24 – Involucramiento de los músculos del oído medio |
07 – Anomalía correspondiente a medicina interna | 25 – Problemas neurológicos complejos |
08 – Mala noticia, lutos | 26 – Migraña |
09 – Hipotensión o hipertensión arterial | 27 – Involucramiento de la aspirina |
10 – Oído interno | 28 – Relacionado con el ciclo hormonal |
11 – Etiología cervical | 29 – Soplo carotideo percibido |
12 – Acufeno otológico post-operatorio | 30 – RGE (Reflujo gastroesofágico) |
13 – Audición normal | 31 – Retracción timpánica |
14 – Depresión | 32 – Anestesia general |
15 – Sospecha de fuga de líquido peri-linfático | 33 – Anestesia epidural |
15 bis – Problema LCR (líquido cefalorraquídeo) | 34 – Tiroides |
16 – Ototoxicidad | 35 – Estrés |
17 – Patología identificada del oído medio | 50 – … |
18 – Acufenos en posición tumbada (siesta) | 100 – Presbiacusia |
01 – Traumas acústicos |
02 – Otospongiosis |
03 – Catarro tubular, otitis serosa, laberintitis |
04 – Sospecha de mal funcionamiento de la ATM (articulación temporomandibular) |
05 – Trauma en la cabeza |
06 – Sordera brutal |
07 – Anomalía correspondiente a medicina interna |
08 – Mala noticia, lutos |
09 – Hipotensión o hipertensión arterial |
10 – Oído interno |
11 – Etiología cervical |
12 – Acufeno otológico post-operatorio |
13 – Audición normal |
14 – Depresión |
15 – Sospecha de fuga de líquido peri-linfático |
15 bis – Problema LCR (líquido cefalorraquídeo) |
16 – Ototoxicidad |
17 – Patología identificada del oído medio |
18 – Acufenos en posición tumbada (siesta) |
19 – Ciclos V/VIII |
20 – Neurinoma del Acústico (Schwannoma Vestibular) del VIII |
21 – Problemas psicológicos aparte la depresión |
22 – SAS (Síndrome de Apnea del Sueño) |
23 – Estenosis (estrechamiento) del conducto auditivo externo, exostosis |
24 – Involucramiento de los músculos del oído medio |
25 – Problemas neurológicos complejos |
26 – Migraña |
27 – Involucramiento de la aspirina |
28 – Relacionado con el ciclo hormonal |
29 – Soplo carotideo percibido |
30 – RGE (Reflujo gastroesofágico) |
31 – Retracción timpánica |
32 – Anestesia general |
33 – Anestesia epidural |
34 – Tiroides |
35 – Estrés |
50 – … |
100 – Presbiacusia |
Recomendaciones…
Se insiste sobre el predominio, en nuestra época, de niveles muy altos de ruido, y sobre la plaga de traumas que generan, afectando indiscriminadamente a todas las generaciones.
Por lo tanto es esencial que el paciente con acufenos evite la exposición a niveles de ruido altos en intensidad, que estos procedan de una actividad profesional o de ocio. Se aconseja el uso de un obturador reductor de ruido si la exposición a ruidos es inevitable.
Se aconseja una buena higiene sonora, y se hace notar además que la práctica de una actividad física permite de reapropiarse su cuerpo y favorece la evacuación del estrés, el cual puede causar un aumento en la percepción de los acufenos.
Será también interesante apreciar el impacto que pueden tener sobre los acufenos las costumbres alimentares, y saber por ejemplo si la supresión de bebidas alcohólicas o excitantes (té, café, soda, bebidas energéticas…) conduce a una mejora en los síntomas.
Puede ser aconsejable no quedarse en silencio, sino al contrario tener siempre algún fondo sonoro para ocultar la presencia de los acufenos.
Tengan en cuenta también que es esencial que el paciente con acufenos mantenga una buena integración social y tenga cuidado en no aislarse.
Muy importante: es imperativo informar al médico que usted sufre de acufenos para que, en la medida del posible, pueda evitar de prescribirles fármacos ototóxicos.
Aparición de síntomas de acufenos
La aparición de un cualquier síntoma de acufenos, o de hiperacusia, constituye una emergencia médica y es imperativo consultar los servicios especialistas en otorrinolaringología entro 48 horas.
El cuidado de una persona con acufenos y/o hiperacusia requiere experiencia y destreza.
La experiencia nos ha ensenado a espera a que se observe una estabilidad en el estado patológico del sujeto, aproximadamente 4 meses después de la aparición de los síntomas, antes de aceptar a un sujeta para la evaluación previa. Esta sabiduría de tiempo es primordial y debe permitir consultar al cuerpo médico en primera línea.
Todas nuestras consultas están aseguradas en nuestro instituto en La Rochelle por la señora Natacha CHETRITT-BONNEYRAT, audiologa diplomada del Estado.
Tratamiento y solucions para los acufenos
En nuestro instituto de La Rochelle, bajo el control de la señora Natacha CHETRITT-BONNEYRAT, el método terapéutico ØREBLUE® obtiene porcentajes de satisfacción muy elevadas en la disminución, incluso en la erradicación, de los síntomas de acufenos.
Tratamientos & soluciones
Nuestro nuevo método curativo vanguardista
Al lado de los tratamientos clásicos – entre los cuales figuran por ejemplo las medicinas de tipo vasodilatadores, antidepresivos, anticonvulsivos, antiepilépticos, ansiolíticos – hay también la cirugía solo reservada a las operaciones de Schwannoma (cáncer del nervio auditivo) o a anomalías vasculares accesibles y en particular a la otosclerosis (oído medio).
Según las palabras del Doctor Bruno Pannetier, «resulta difícil hablar de medicamentos para los acufenos visto que se trata primero de todo de un síntoma. Ahora bien, tratar un síntoma no significa tratar la causa. En efecto, es posible aliviar a un paciente con medicinas, pero eso no significa que se le cure… Os invito, en cuanto es posible, a utilizar las medicinas que tratan las consecuencias de los acufenos como ayudas, nada más. La regla de uso siendo la prescripción mínima».
Repetiremos la expresión del Profesor Bruno Frachet que considera las medicinas como « muletas provisorias ». (in “France Acouphènes”)
El uso de aparatos auditivos para una pérdida de oído puede bastar para suprimir la señal « acufeno » en el caso de algunos tipos de sorderas, actuando como una mascarilla. En casos muy particulares, puede hasta hacerlo desaparecer.
Se puede también utilizar la cámara hiperbárica: es un tratamiento en inmersión en aire enriquecido en oxígeno, cuya eficacia ha sido demostrada para la fase inicial de acufenos. Algunos pacientes acudirán a medicinas naturales u energéticas del tipo : acupuntura, auriculoterapia, sofrología, auriterapia, reflexoterapia, osteopatía, homeopatía, hipnosis, fitoterapia, kinesiología, quiropráctica, método Tomatis, cuyos beneficios non han sido evaluados hasta ahora pero que de toda forma ayudan al paciente en comprender mejor sus fases de estrés.
Además, existen terapias dichas de costumbre o de insensibilización llamadas TRT « Tinnitus Retraining Therapy » o TCC (Terapia Cognitiva y Conductista) : se dedican a permitir al paciente de comprender mejor y controlar más sus acufenos con el fin de poder recuperar una cierta comodidad de vida. El método TRT se basa sobre el empleo de un generador de ruido.
Se puede también preconizar el uso de una mascarilla de acufenos, la cual permite distraer artificialmente el oído para que el sistema auditivo se desinterese de la presencia intrusiva.
Para concluir, se nota que, con excepción del método ØREBLUE, los tratamientos o terapias antedichos solo consiguen, al máximo, intervenir como ayuda en el control del estrés, para desenfocar o mismo atenuar la percepción del síntoma y, únicamente en algunas excepciones, para hacerlo desaparecer. De manera que, si se usan solos, no constituyen un « remedio milagroso ».